Nuestro amigo el documentalista asturiano Luis Felipe Capellin Corrada nos escribía para anunciarnos el fallecimiento de Maximino Roda el lunes pasado, indicándonos que su epílogo final (y deseamos que haya sido de íntima satisfacción para él, que se lo merecía de sobra) fue el viaje que hicimos hace escasamente un mes acompañando a Elena Alexandrova y a Chena Fernández para entregarle la carta de Putin que reconocía, desde la más alta instancia de Rusia, su sacrificio en la Gran Guerra Patria. Maximino nos permitió reconstruir la historia de aquellos 74 niños de la guerra, principalmente vascos y asturianos, que partieron de la estación Fynlandsky de Leningrado hacia un destino incierto en el que la mayoría hallaron la muerte en la Carelia rusa ante las tropas finesas. Un viaje hacia la eternidad en el que también tomaron parte los más pequeños, que les fueron a despedir a la estación y se empaparon de sus últimas palabras de ánimo. El mismo viaje que ha iniciado Maximino al comienzo de esta semana, que le dedicamos a él sin ningún género de dudas. Su generosidad, consciente de su deber en transmitir la memoria de todos aquellos niños, ha permitido completar páginas muy desconocidas de la historia, pues la de ellos no la había contado aún nadie (nos referimos a la batalla por Carelia). Imaginábamos de su drama en aquel precioso país jalonado por pantanos y bosques, pero es ahora cuando somos plenamente conscientes del sacrificio de una generación, incluyendo el posterior drama de los repatriados por el régimen tras ser entregados por Finlandia a Alemania en 1943 después de un cautiverio de un año. Y ha sido gracias a personas como Luis Felipe que su testimonio ha podido llegar a la gente. Nosotros solo encajamos su historia en una aun mayor, la de su generación en la guerra, y gracias a ella pudimos humanizar aquel capítulo del libro que editamos el año pasado con Desperta Ferro Ediciones. Sin él no hubiera sido lo mismo y por ello, para honrar su memoria y su honestidad, colgamos la entrada que le dedicamos en nuestro blog tras aquella primera visita a su casa de Villamayor hace dos años que fue tan entrañable. Descanse en paz, que la tierra te sea leve camarada!
Leer entrada en nuestro blog: https://www.fightingbasques.net/es-es/Blog/ID/195/Maximino-Roda-el-ultimo-nino-de-la-guerra-que-combatio-en-el-frente-de-Leningrado