El entorno de la Ruta Orwell en Alcubierre permite componer escenas casi en cualquier parte, ya que se trata de uno de los escasos ejemplos en los que un centro de resistencia en lo alto de una loma ha sido musealizado y reinterpretado (si bien de manera un tanto libre, no dejamos de reconocer el gran mérito y el más que satisfactorio resultado). La aportación del recreador en este caso (como nos demuestran los compañeros de Primera Línea todos los años) pasa por aportar los medios necesarios para su comprensión, facilitando así la visita de un público deseoso de conocer su historia que demuestra un civismo envidiable del que se puede presumir con orgullo. Esto tiene mucho que ver, además, con el apoyo de los ayuntamientos de la zona, como Alcubierre y Robres, que son los primeros interesados en que se ponga en valor su patrimonio.
Viendo estos paisajes de Aragón, y a pesar de su belleza, uno no puede evitar pensar que en cualquier momento puedan aparecer los Landa, Sacristán, Montesinos y Ramos reclamando su vaquilla... que es la de todos nosotros.
Fotografías del Grupo de RH de la Asociación Sancho de Beurko Elkartea.