Leeremos con mucho interés el libro de Fernando Hernández Sánchez "La frontera salvaje. Un frente sombrío del combate contra Franco (Pasado y Presente)", publicado el pasado mes de octubre, del que se hizo eco El País ayer a través de F. Javier Herrero. Se trata de un artículo estupendamente redactado, seguramente siguiendo las líneas generales de un libro que, como aún no hemos leído, no vamos a comentar, por lo que solamente nos ceñiremos a la entrada de Herrero en la versión digital del citado medio. Tratándose de un asunto (el de la frontera) que nuestros compañeros Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla estudiaron con detenimiento para el número de nuestra revista "Saibigain" dedicado a los Basque code talkers, nos ha sorprendido que apenas se diferencie en el mismo las profundas diferencias entre los "círculos del exilio" (citando al autor textualmente) y el Partido Comunista de España a través de su brazo armado la UNE, liderada por el navarro Jesús Monzón Reparaz, y más después de que los nazis abandonasen el sur de Francia. Ya que el PCE había asumido una postura de supeditar todo a la intervención militar en España, lo que le colocó (con absoluta claridad en el caso vasco) a enfrentarse al resto de organizaciones políticas, postura difícil de entender tras el fracaso de la Operación Reconquista de España. Esta postura de máximos e irreconciliable se percibe con claridad en el libro de José Antonio Pérez y Norberto Ibáñez "Ormazábal. Biografía de un comunista vasco". Tampoco es del todo exacto que las autoridades francesas no pudiesen hacer nada, ya que según avanzaba el año 1945 fueron tomando posesión gradual de la frontera (tarea complicadísima por cuanto los grupos guerrilleros se habían adueñado de ella, teniendo como bases de partida las explotaciones forestales o "Chantiers"), y de hecho desplegaron en ella a dos de sus unidades más condecoradas, el 3º y 4º Regimientos del SAS (francés), reconvertidos tras el final de la guerra en 2º y 3º Regimientos de Cazadores Paracaidistas, acto que se escenificó el 2/10/1945 por medio de una ceremonia en la localidad pirenaica de Tarbes en la que el brigadier británico James Michael "Mike Mad" Calvert cedió el mando. Los tiempos de inseguridad y vacío de poder en la frontera parecían llegar a su fin, si bien ello no frenó las infiltraciones guerrilleras, pero a partir de entonces todo sería distinto.
Leer reseña en El País: https://elpais.com/cultura/2018/11/14/actualidad/1542188839_828458.html