Guillermo Tabernilla
Estos días que se cumple el aniversario de la batalla de la Pointe de Grave, en la que se vio implicado el batallón Gernika, queremos ir un paso más allá del habitual recordatorio de esta efeméride y aportar datos nuevos, como la historia del eibarrés Juan Guinea, que fue el último herido en combate del batallón Gernika el día 19 de abril de 1945, durante el asalto a la batería de Arrós en Soulac sur Mer. Las siguientes líneas sobre Guinea se basan en la información que ha sido recopilada por el autor durante la preparación de dos trabajos, uno de ellos publicado y otro pendiente de publicación: “El enigma del mito y de la historia. Basque code talkers en la Segunda Guerra Mundial”(1) y el libro sobre los vascos en la Segunda Guerra Mundial que editará la Asociación Sancho de Beurko con la editorial Desperta Ferro. Se trata de fuentes primarias recogidas en diferentes fondos, destacando el de Andrés prieto Arana (Archivo Municipal de Eibar) y el Archivo Histórico del Gobierno Vasco, fondo del departamento de Presidencia (Archivo Histórico de Euskadi).
Ya antes incluso de la retirada de los alemanes del sur de Francia, la preocupación del EAJ-PNV por lo que acontecía en la frontera francesa era de vital importancia. El desembarco de los aliados en Normandía y después en Provenza precipitó todos los acontecimientos, desarrollándose una febril actividad al movilizarse todos los grupos maquis, entre los que se encontraba la guerrilla de la Unión Nacional Española (UNE) de adscripción comunista, que había formado una potente estructura paramilitar bajo el paraguas de la Agrupación de Guerrilleros Españoles (AGE). Tras combatir a los alemanes en retirada durante el verano del 44, esta organización preparó su propia operación para invadir España partiendo de los pasos pirenaicos, llamada “Operación Reconquista de España”. La participación de los nacionalistas vascos, necesitados de tener “ojos” entre aquellos hombres que pretendían doblegar el régimen de Franco por medio de un golpe de audacia tras la derrota nazi, es muy desconocida y Juan Guinea estuvo entre ellos. De los 11.000 hombres que la UNE había acumulado en los “chantiers” pirenaicos(2), sólo un número de entre 5.000 y 6.000 se vio implicado realmente en operaciones de combate, que tuvieron su epicentro en el Valle de Arán, aunque hubo muchas otras.
El Servicio Vasco de Información, dirigido por Pepe Michelena, desarrolló una febril actividad tegiendo sus propias redes que trabajaron surtiendo de información tanto a británicos como norteamericanos y estas se extendían a ambos lados de la frontera, actividad que a fecha de hoy sigue siendo muy desconocida. Varios de los “gudaris” que se incorporaron al batallón Gernika desde su formación a finales de 1944 habían trabajado para el SVI y Juan Guinea era uno de ellos. El eibarrés se había incorporado a la 2ª Sección de la 3ª Compañía de la Brigada B de la 186ª División. La Brigada B tuvo su nacimiento en el departamento de Lot, de gran actividad guerrillera, a partir de octubre de 1943 y atendiendo a la monumental obra de Pons Prades estaba dirigida por Ángel López Vacas, teniendo como jefe de EM a Rafael Pérez Candela “Luna” y comisario a Carlos Hernández(3). Guinea no era ni mucho menos el único vasco que estaba con la UNE (de hecho, la mayoría de veteranos del Gernika procedían de ella, habiendo tomado parte en los combates contra los alemanes del sur de Francia), pero si fue uno de los pocos miembros del PNV que cruzaron la frontera para enfrentarse a las fuerzas de la contraguerrilla franquista en octubre de 1944.
Guinea, que también estaba afiliado al sindicato jeltzale STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos), comenzó su periplo hacia la frontera partiendo en tren desde las localidades de Tillac y Laas (Gers) el día 11 de octubre de 1944, llegando a la localidad vascofrancesa de Urdos a mediodía donde se había establecido el puesto de mando de la brigada en medio de una febril actividad guerrillera, y todo ello a menos de 200 m. de la gendarmería. El Hotel Internacional fue requisado como hospital. Tras cruzar la frontera con los guerrilleros de la UNE, nuestro hombre se vio envuelto en algún combate de escasa entidad, pero pronto se canceló toda la operación y los guerrilleros tuvieron que regresar a los puntos de partida, pues apenas duraría una semana más y ni siquiera la columna principal, la que evolucionaba por el Valle de Arán, consiguió su objetivo de llegar hasta la capital Viella.
Después se incorporó a la llamada Brigada Vasca del irunés Kepa Ordoki en un momento en el que los vascos se disgregaban de la UNE y se trasladó con sus nuevos compañeros al cuartel de Le Bouscat, en las afueras de Burdeos, desatando las iras de los comunistas que planearon acciones de represalia por lo que consideraron una traición en su seno. Cuando se formó definitivamente el Gernika, Guinea estuvo con los pocos más de 100 hombres que se incorporaron junto a los anarquistas de Santos al Batallón de Voluntarios Extranjeros (BVE) del Regiment Mixte Étranger et Marocain (RMME), un regimiento que estaba dirigido por el mítico comandante Chodzco. Todas estas unidades habían sido formadas con un único objetivo: asaltar uno de las últimas bolsas de resistencia alemanas en el frente del Atlántico, la de la Pointe de Grave (Festung Gironde Sud para los alemanes, que cerraba el estuario del Gironda con la situada más al norte, Royan, o Festung Gironde Nord). Se trataba de un frente que cubría la parte final de la península del Médoc, una zona de pantanos y playas de arena con densas manchas de bosques de pinos y tenía una profundidad de unos 20 km y estaba defendido por más de 4.000 hombres y 80 piezas de artillería de todos los calibres(4).
El 14 de abril de 1945 comenzó la batalla por la liberación del Médoc y nuestro hombre estuvo entre los que combatieron en la Cota 40, donde el Gernika tuvo cuatro muertos y una veintena de heridos, pero el día de la verdad para él llegaría al atardecer del 19 de abril, cuando los hombres del Gernika y los del Libertad asaltaron la temida batería de Les Arrós, en las afueras de Soulac sur Mer. Se trataba de un complejo de más de veinte fortificaciones de hormigón (incluyendo cuatro grandes casamatas M-270 para proteger sus cañones de marina de 164 mm) ocupada por los artilleros del Marine Artillerie Abteilung 618, que se hicieron fuertes durante casi dos días, teniendo que ser doblegada su defensa en última instancia con el concurso de los carros de combate Somua S-35 del 13º Regimiento de Dragones. Los gudaris del Gernika avanzaron hacia la batería detrás de los blindados siguiendo el trazado de la vía del tren para evitar las zonas minadas, pero nuestro hombre debió cruzarse en medio del fuego de los carros, resultando gravemente herido por fuego (amigo) de ametralladora, constituyendo la última baja en combate del batallón que mandaba Ordoki. Aquel día, tras la llegada del Gernika al puesto de mando, fueron ejecutados el teniente Arndt y sus oficiales, siendo sus cadáveres fotografiados por el fotógrafo bordelés André Puytorac. El 20 de abril, con la conquista de las últimas posiciones de la Pointe de Grave, acababa la batalla por la liberación del Médoc. Nuestro hombre fue trasladado al hospital Saint Nicolas de Burdeos para ser atendido de sus heridas y allí permaneció varios meses. En octubre aún quedaban otros cinco más convalecientes: Salvador Hierro y Antonio Arrizabalaga en el hospital complementario sito en el Hotel Continental de Biarritz y Ricardo Nalda, Joaquín Atorrasgasti y Antonio Mayoz en Baiona. El 18 de noviembre de 1945 todos ellos fueron definitivamente licenciados por los franceses. Fue el epílogo del batallón Gernika.
Notas
(1) Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla: “El enigma del mito y de la historia. Basque code talkers en la Segunda Guerra Mundial” en Saibigain nº 3 (https://goo.gl/rSkH0x).
(2) Se trataba de equipos de explotación forestal situados en la frontera que les servíand e tapadera para sus actividades.
(3) Eduardo Pons Prades, Republicanos españoles en la Segunda Guerra Mundial, La Esfera de los Libros, Madrid, 2003, p. 196.
(4) “Le front du Medoc, une brigade FFI au combat”, Federation des associations d´anciens combattants du front du Medoc et de la Brigade Carnot, Bordeaux, 1985.
Fotos
(1) Un grupo de gudaris del Gernika con Kepa Ordoki y el padre Iñaki Azpiazu posan en la playa de Soulac sur Mer el 19 o el 20 de abril de 1945 tras los combates de la batería de Les Arrós, donde Juan Guinea fue herido de suma gravedad por la ametralladora de un carro Somua S-35 del 13º Regimiento de Dragones.
(2) Vista de la batería de Les Arrós tras los combates. La batería ha sido sometida a un intenso bombardeo aeronaval (foto Gilbert, http://maquisardsdefrance.jeun.fr/).
(3) Vista de la placa colocada en homenaje a los hombres que se vieron implicados en los combates de Les Arrós ennuna casamata M-270 de artillería de costa. Aún son visibles los impactos a bocajarro de los cañones de los Somua (Foto, Sancho de Beurko Elkartea).
(4) El Somua S-35 “Shere Khan” del 13º de Dragones ha saltado por una mina en la carretera de L´Amelie, dirección Soulac sur Mer el 18 de abril de 1945 (https://www.chars-francais.net/).
(5) El Somua S-35 “Bacchus” saltó por una mina cuando subía a las posiciones de Les Arrós apoyando al batallón Gernika en su avance. Aunque no lo sabemos, es posible que este carro fuese el que hiriese a Guinea (https://www.chars-francais.net/).
(6) Un pelotón de Somua S-35 durante las operaciones de Royan-Pointe de Grave (https://www.chars-francais.net/).