Los mecánicos o “grease monkeys” de un escuadrón de bombarderos B-17 limpian el plexiglas de la torreta esférica “Sperry” o “ball turret” en alguna base del sur de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial (SGM) ante la atenta mirada del artillero. Equipada con dos ametralladoras de calibre 50, este tipo de torretas se montaban tanto en los B-17 como en los B-24 “Liberator”, bombarderos que constituían el vector más importante del VIII Bomber Command, que daría lugar a la 8ª Fuerza Aérea en febrero de 1944. En esta escenografía del grupo de RH de la Asociación Sancho de Beurko & Friends realizada en el aeródromo de la Amicale Jean Baptiste Salis en la Ferté Aláis hace ahora 7 años puede verse la comunión entre ambos escalones: el de tierra, representado por los “grease monkeys” con sus buzos coverall HBT de trabajo, y el de vuelo, a través de los artilleros que constituían, desde diversos emplazamientos distribuidos por toda la aeronave, la defensa de unos aparatos que se internaban hasta el corazón de Alemania sin escolta de cazas hasta la llegada de los P-38 “Lightning” bien avanzado el año 1943, si bien sería el extraordinario P-51 “Mustang” el que marcaría la diferencia. En estas condiciones hubo misiones en que las pérdidas llegaron a alcanzar al 20% de los bombarderos, lo que era del todo intolerable para la USAAF. Entre los artilleros de torreta esférica del proyecto “Fighting Basques” podemos citar a Robert Francis Bastanchury, a Julius A. Beterbide y a Alfonso Garde, recientemente homenajeado por la resolución del legislativo tejano. Mientras esperamos ansiosamente el estreno de “Masters of the air”, la tercera miniserie dedicada a la SGM del tándem formado por Steven Spielberg y Tom Hanks tras “Band of Brothers” y “The Pacific”, es un buen momento para retomar estas imágenes, que constituyeron en su día todo un hito para nuestra asociación. La situación de estos artilleros en el vientre del avión era sin duda la más expuesta de toda la tripulación y hay quien la considera uno de los trabajos más peligrosos de la SGM, cubierta por un hombre de pequeño tamaño que encajaba varias horas en posición fetal y podía rotar 360º siguiendo a los cazas enemigos Bf 109 y Fw 190. Si eran derribados, se trataba del tripulante con menos posibilidades de sobrevivir, ya que ni siquiera podía llevar el paracaídas puesto en el interior de la torreta y no era fácil salir para ponérselo.
Fotografías de Jesús Valbuena "Tejeval" para el Fighting Basques Project
Artículo sobre Alfonso Garde en el blog "Ecos de dos guerras, 1936-45" en Euskal Kultura: https://www.euskalkultura.eus/espanol/blogs/ecos-de-2-guerras-1936-45/alfonso-garde-marcilla-memorias-de-un-prisionero-de-guerra-en-la-sgm