Hablar de los exiliados republicanos y de su participación con Francia en la Segunda Guerra Mundial, mucho antes de La Nueve o del maquis, es hablar de la 13ª Demi Brigada de la Legión Extranjera, repleta de ellos al igual que de internacionalistas alemanes, italianos o austriacos, quienes no podían regresar a sus países, convertidos en verdaderos apátridas. Resulta muy interesante ver el recorrido de unos hombres formados para luchar en el desierto que se ven arrastrados hasta el Ártico desde sus bases en el norte de África, con todo lo que ello conlleva, incluyendo materiales muy específicos más propios de las tropas de montaña o “Chasseurs” y que no guardaban ningún parecido con el equipo standard del infante francés. Estas imágenes del grupo de RH de la Asociación Sancho de Beurko nos muestran los cubre pantalones o “salopettes” de motociclista modelo 1938 para evitar que el frío y el viento atraviesen las prendas y lleguen a inmovilizar a los hombres, que debían acostumbrarse a temperaturas frías pero crecientes, como correspondía a la llegada de la primavera. También pueden verse los cubre botas o “chaussons neige”, que sirven para aislar la bota de la nieve y se rellenan con paja para obtener protección adicional. Los miembros de esta patrulla que se mueven con raquetas llevan su equipo en mochilas “Lafuma” y nos muestran cantimploras, palas, marmitas y telas de tienda impermeabilizadas para poder hacer un vivac. El arma de dotación era el fusil MAS 36, aunque aún llevaban algunos antiguos Lebel 1886 para lanzar la granada Viven-Bessières, de la que hablaremos mañana.
Fotografía de Jesús Valbuena "Tejeval" para el Fighting Basques Project