Mientras la llamada “guerra de broma” se convertía en drama y las tropas alemanas avanzaban con el objetivo último de llegar hasta la metrópoli, a París, el Cuerpo Expedicionario Francés en Escandinavia (CEFS) lograba sus mayores éxitos en Noruega, ahora hace 83 años, en mayo de 1940. Primero fue en Bjerkvirk el día 13 y a finales de mes lo harían en Narvik, siempre en condiciones extremas y con luz las 24 horas. La 13ª DBLE, con cerca de un 30 % de republicanos exiliados en sus filas, disponía entonces de dos secciones de esquiadores que participaron activamente en las operaciones: el día 31 de mayo, la que estaba agregada al 2º Batallón cobró protagonismo en el desbordamiento de la llamada cota 638, pero apenas dos días después se recibió la orden de regresar a Francia por el desastroso devenir de las operaciones, cuando la victoria estaba ya al alcance de los expedicionarios. Moviéndose a velocidades de hasta 60 km/h los esquiadores habían demostrado ser capaces de evitar el fuego alemán, buscando posiciones favorables desde las que responder tras cavar un agujero en la nieve con sus palas. Gracias a su formación, eran capaces de prevenir avalanchas, usar equipos de alta montaña, manejar trineos y preparar cabañas, iglús y vivacs. El cagoule reversible con el casco Adrián y su funda para reducir visibilidad en la nieve eran de uso común en la 13ª DBLE desde su incorporación al CEFS y nuestro protagonista, que porta una mochila “Lafuma” con el equipo imprescindible para moverse con rapidez, lleva como arma el nuevo fusil MAS36. También son visibles algunos elementos del mercado civil, como las gafas de montaña. Comenzaba para la 13ª DBLE un largo periplo que les llevaría de Europa a África y Asia, desde los fríos del Ártico hasta los calores del trópico y las arenas del desierto libio, pero eso es otra historia. Escenografía: grupo de RH de la Asociación Sancho de Beurko.
Fotografía de Jesús Valbuena "Tejeval" para el Fighting Basques Project.