El pasado mes de junio se cumplieron dos años de la publicación de la monografía de nuestros compañeros Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla dedicada a desmontar el mito de los traductores vascos en la batalla de Guadalcanal y seguimos sin noticias del Capitán Carranza, uno de los agentes más esquivos de la historia vasca contemporánea, que de tan huidizo se nos antoja inalcanzable como un expediente X. Por eso, nos hemos animado a pedir a nuestros lectores, amigos y a todo aquel que se anime una prueba de su existencia (una prueba de vida, ya que la supuesta esquela tampoco ha aparecido), más que nada para que no parezca que renegamos de su existencia terrenal. Han pasado ya dos años y tenemos que rascarnos los ojos para ver si aquello que se publicó en nuestra revista digital "Saibigain" en 2017 no fue un mal sueño, pues nadie se ha dirigido aún a esta casa para decir si nuestros compañeros, al apuntar una cuestión de inteligencia de los servicios vascos, iban mal o bien encaminados. Silencio absoluto, la no existencia, nada, ninguna voz autorizada del entorno académico... y seguimos sin noticias del Capitán Carranza, el héroe de Guadalcanal. Se recompensará cualquier información al respecto (a lo mejor gastronómicamente), pero tienen que ser evidencias de su existencia, no nos valen las noticias de los medios, que se hacían eco del mito sin prueba ni fundamento alguno, ni el libro del señor Arasa, que lo recogía igualmente; necesitamos alguna prueba. En caso contrario, no nos quedará más remedio que acudir a Íker Jiménez y hacer este llamamiento en Cuarto Milenio.