El próximo 5 de diciembre tendrá lugar una pequeña ceremonia pública en la isla japonesa de Okinawa en la que se rendirá un homenaje a todos los veteranos estadounidenses de origen vasco fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial (SGM) en el Pacifico, con especial énfasis a aquellos que perecieron en la mencionada isla. Se trata de una veintena de jóvenes vasco-americanos, seis de ellos muertos en Okinawa. Su identificación y ahora visibilización y reconocimiento público son el resultado de la investigación “Fighting Basques: Memoria de la SGM” que lidera la Asociación Sancho de Beurko desde 2015. Hasta la fecha se ha identificado a más de 1.600 combatientes de origen vasco en las Fuerzas Armadas estadounidenses durante la SGM, de los cuales se han completado 1.100 biografías tanto de los veteranos como de sus familias, convirtiéndose en un verdadero estudio de diáspora.
Este evento surge de la colaboración con el Museo Conmemorativo de la Paz de la Prefectura de Okinawa y Sancho de Beurko, bajo los auspicios de la federación de Organizaciones Vascas de Norte América (North American Basque Organizations, NABO). Al evento acudirá desde Bilbao, el Dr. Pedro J. Oiarzabal, coinvestigador principal junto a Guillermo Tabernilla del proyecto “Fighting Basques”. Durante su visita se prevé la formalización de la inscripción de los seis miembros de la diáspora vasca-estadounidense fallecidos en Okinawa en el monumento “Cornestone of Peace” del Parque Memorial de la Paz, donde se ha memorializado a más de 240.000 personas de ambos bandos, que perecieron durante la Batalla de Okinawa, la última gran batalla de la SGM.
Además, para devolver la deferencia que esta institución ha tenido con la Asociación Sancho de Beurko, se aprovechará la visita para rendir sentido tributo a todos los okinawenses y también a los combatientes de ambos ejércitos enfrentados en aquella atroz batalla, con el objetivo de que podamos conocer la realidad y las consecuencias de unos padecimientos que afectaron muy especialmente a la población civil.
Se trata de la primera vez que se rinde tributo a aquellos soldados estadounidenses de origen vasco que fallecieron en el inmenso escenario del Pacífico, y particularmente en territorio japonés. Una forma de reconciliar las memorias de dos pueblos que han sufrido los avatares de las guerras, como el vasco y el okinawense. Todo ello en el contexto del año Euskadi-Japón, aunque se trate de actividades desarrolladas fuera de la agenda oficial.
Recordemos que la Asociación Sancho de Beurko en colaboración con NABO ha conseguido recientemente la primera mención de la historia de EEUU a la contribución de una pequeña comunidad migrante como la vasca en la lucha contra el totalitarismo que representaban las potencias del Eje. Tuvo lugar el pasado 1 de marzo en la cámara de representantes de Texas gracias a una resolución del legislador Rafael Anchía. Además, este año se ha finalizado un proyecto de colaboración con Euskal Wikilarien Kultura Elkartea que consiste en mapear a todos aquellos marines de origen vasco que intervinieron en el Pacífico, de los que hace apenas tres años se desconocía su existencia.