En la Asociación Sancho de Beurko estamos muy contentos de la repercusión que están teniendo trabajos de nuestro equipo de investigación, como el de la organización "Airedale", que fue publicado en el número 3º de nuestra revista "Saibigain". Lo último es este meritorio artículo de la revista Historia de Iberia Vieja, que nos gustaría matizar, ya que vemos que existe bastante confusión con algunas conclusiones a las que llega el autor, al que en primer lugar agradecemos el interés mostrado en el trabajo de nuestros compañeros Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla y su esfuerzo por intentar condensar una cuestión tan compleja. En primer lugar, el Gobierno británico no desclasificó "per se" el expediente de Jesús María Leizaola en el que se documenta su vinculación con el SOE, sino que fueron los citados autores los que así lo solicitaron oficialmente. En segundo lugar, mezcla cuestiones de la premiada tesis doctoral de David Mota Zurdo con otras propias del estudio de nuestros compañeros, como la formación de los tres grupos de agentes vascos que podemos denominar "Airedales" (uno en el interior y dos en la frontera francesa), que son fruto de las investigaciones de Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla en fuentes primarias como el fondo de Primitivo Abad Gorostiza en Sabino Arana Fundazioa y otros como el de Andrés Prieto Arana en el Archivo Municipal de Eibar. Finalmente, tal y como ha quedado ampliamente acreditado por los documentos oficiales de la propia OSS (precursora de la CIA durante la Segunda Guerra Mundial) consultados por los citados autores, el Servicio Vasco de Información (SVI) se reconstituyó a partir de 1945 en la llamada Organización Airedale y estaba formado por una sección paramilitar (los que hemos llamado Comandos de Rothschild) y otra de inteligencia. "Airedale" se constituye dentro del organigrama del Gobierno Vasco en el exilio como un apéndice u organización secreta que depende directamente de la cúpula. Debido a ello, no es cierto que tras la guerra los agentes vascos se quedasen sin trabajo y se "reenganchasen al espionaje gracias a la oferta de los estadounidenses", como dice el articulista, ya que la sección paramilitar (los grupos de frontera y los del interior) no es ni mucho menos la parte más importante de la organización, sino una estructura latente, siendo la actividad más importante la de inteligencia, de la que poco sabemos por no ser este el objeto de nuestro estudio, pero que fue de colaboración con los norteamericanos durante décadas es seguro.
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Imagen: historiadeiberiavieja.com