La revista del Smithsonian recogía el origen de la llamada camisa “Aloha” (aloha shirt) en los años 20 y 30 del pasado siglo, en un momento posterior a la Primera Guerra Mundial en que los norteamericanos se apropiaban de ciertos símbolos de la cultura hawaiana, empezando por la música (por ej., se popularizó el ukelele entre las clases pudientes). Una suerte de idealización del paraíso que vendría muy bien en tiempos de la Gran Depresión. Lo más probable es que fuesen las mujeres niponas presentes en las islas las que hiciesen aquellas camisas con la tela de los kimonos que tanto gustaría a los hombres, a pesar de su colorido, en una suerte de metrosexualismo en un tiempo en que ni se conocía esto. Puede parecer una perogrullada que para recrear hawaianas tengamos que irnos a Hawai, pero es así, u a otros escenarios del Pacífico en los que esta prenda era común entre los soldados estadounidenses, como aquellos que se dejaban caer por los clubes nocturnos que tan bien describió la película “De aquí a la eternidad” (1953), con aquellas maravillosas camisas de Montgomery Clift o Frank Sinatra. Quizás las más famosas de aquella época eran las que fabricaba la compañía Kamehameha. El retorno de los veteranos a los EEUU al final de la guerra popularizaría de nuevo estas camisas en todo el país, y luego el cine haría el resto: Elvis Presley en “Blue Hawaii” (1961) y, como principal patrón para nosotros a la hora de componer escenografía, “Pearl Harbor” (2001). Hoy en día, su popularidad va en aumento en consonancia con el auge de la cultura del Surf, convirtiendo a esta prenda en todo un clásico del verano que también nos sirve para recrear.
Fotografías:
1. Fotograma de "De aquí a la eternidad" (1953)
2. Josh Harnett y Ben Afleck luciendo sus hawaianas durante el rodaje de "Pearl Harbor" (2001) [Alamy]
3. Escenografía del grupo de Recreación Histórica de la Asociación Sancho de Beurko Elkartea emulando la anterior del rodaje de "Pearl Harbor"