El día 21 de marzo de 1945 los gudaris del Gernika recibieron órdenes de marchar al llamado Frente del Médoc para relevar al 2º Batallón del Regimiento de Infantería del Lot. En aquel momento fueron conscientes de que estaban a punto de entrar en combate en uno de los frentes olvidados de la guerra en Europa. El dispositivo alemán de la bolsa de la Pointe de Grave se apoyaba en un pantano de 15 kilómetros de longitud con una profundidad de uno a tres metros y una anchura de 200 metros a un kilómetro que sólo podía franquearse por tres puntos: el puente de la Brede, el puente de la Traverse y el puente de Gua. Una impresionante barrera natural que había que atravesar para llegar a los bosques de pinos densamente minados. Durante todo el durísimo invierno de 1944-1945 este frente había mostrado una intensa actividad de patrullas con el coste de un continuo y prácticamente diario reguero de bajas en ambos bandos. Con el paso de los meses se había producido un aumento de la escalada militar en la zona con los ataques de los aviones navales franceses basados en Cognac, lo que había motivado diversas acciones de represalia por parte de la artillería de campaña alemana. Las más conocidas son los bombardeos sobre la localidad de Lesparre a partir del 12 de marzo de 1945; así que cuando el Gernika llegó a dicha localidad el día 22 de marzo de camino al frente del Médoc se encontró con esta situación y con la noticia de que los franceses habían establecido una franja de seguridad de cuatro kilómetros, lo que debía servir para minimizar el efecto de las infiltraciones enemigas, que eran principalmente nocturnas. En este frente de tierra los alemanes no tenían blockhauss de hormigón, sino pequeños puestos del tipo pelotón fortificados con rollizos de pino y tierra. Llegar hasta ellos suponía atravesar la zona pantanosa y penetrar en los bosques de pinos por zonas densamente minadas y batidas por ametralladoras y morteros.Los gudaris pasarían un total de 22 días en aquellas posiciones con constante tensión de combate. La noche del 30 de marzo explotó un mortero al hacer fuego sobre una patrulla alemana, hiriendo al sargento Miguel Gil, del batallón Libertad. El 2 de abril, durante una de aquellas infiltraciones en la tierra de nadie, se produjo la primera baja mortal; Se trata de un incidente que no ha sido aún convenientemente aclarado y debió suceder por la explosión de una granada que acabó con la vida del gudari de Ataun San Gregorio Prudencio Orbiz Uranga y causó heridas al capitán Izquierdo. El 10 de abril durante una patrulla de reconocimiento sobre la Cota 40 el batallón Libertad sufrió sus primeras bajas por la explosión de una mina. La mayor parte de la actividad de los alemanes era nocturna; a las 23.00 horas del día 11 de abril los gudaris entablaron combate con dos patrullas enemigas a las que repelieron con fuego de ametralladoras y granadas de mano. El frente olvidado del Médoc ya contabilizaba, sólo en el lado francés, unos 200 muertos y muchísimos heridos desde el otoño de 1944, cifras que aún se doblarían durante la ofensiva que estaba a punto de comenzar. Acompañamos esta entrada con algunas imágenes del batallón Gernika de las jornadas previas a su marcha al frente del Médoc.
Fotografías:
1. Gudaris del Gernika en su cuartel de Le Bouscat, a las afueras de Burdeos, los días previos a su marcha al frente del Médoc (Fondo Bidasoa/Sancho de Beurko, AHE).
2. Gudaris del Gernika en su cuartel de Le Bouscat, a las afueras de Burdeos, los días previos a su marcha al frente del Médoc (Fondo Bidasoa/Sancho de Beurko, AHE).
3. Los gudaris del Gernika se aprovisionan para partir al frente del Médoc (Fondo Bidasoa/Sancho de Beurko, AHE).
4. Los gudaris del batallón Gernika el día de la marcha hacia el frente del Médoc (Fondo Bidasoa/Sancho de Beurko, AHE).
5. Los gudaris del batallón Gernika el día de la marcha hacia el frente del Médoc (Fondo Bidasoa/Sancho de Beurko, AHE).