Se ha hablado mucho sobre el uso de lenguas para codificar mensajes y del uso de estos operadores en el desempeño de misiones en la campaña del Pacífico. Ya hemos visto la realidad de los code talkers navajos y nuestros compañeros Pedro J. Oiarzabal y Guillermo Tabernilla dedicaron un número especial de nuestra revista "Saibigain" hace más de dos años a desmontar el mito del uso del euskera en la batalla de Guadalcanal, pero poco se ha dicho del uso de operadores y traductores de origen japonés, o al menos nosotros no hemos leído nada en todos estos años en que el mito de los Basque Code Talkers ha pervivido cual serpiente de verano (mal que les pese a algunos, pues no es algo que nos hayamos inventado nosotros). Teniendo en cuenta la realidad sociológica de los EEUU, cuanto más lógico era servirse de aquellas comunidades migrantes que pudiesen servir para elaborar inteligencia en la Segunda Guerra Mundial, y una de estas era, obviamente, la japonesa. Todos los que han estudiado las operaciones del Pacífico han visto imágenes de traductores japoneses entrevistando a los prisioneros de guerra en Saipán, Iwo Jima y Okinawa, quienes en muchos casos contribuyeron a salvar vidas con historias que incluso han llegado hasta el cine, aunque sin desprenderse del halo de propaganda con el que Hollywood correspondía al esfuerzo bélico de su país (años después de finalizada la guerra tenemos el ejemplo de "Hell to eternity" sobre la vida de Guy Gabaldon). La realidad es que aún no había entrado el país en guerra cuando en el verano de 1941 tres oficiales del US Army se acercaron a los cuarteles de la Costa Oeste para entrevistar a 1.300 reclutas de origen japonés, un proceso que sorprendentemente no se realizó en aquel momento en Hawai; más tarde si, llegando a aportar la comunidad Nisei de las islas a 1.000 voluntarios. Las clases de japonés para formar personal cualificado en inteligencia comenzaron el 1 de noviembre de ese año en la base de Presidio y fueron formados los primeros 60 alumnos. En un principio se buscaba a aquellos que hubiesen pasado buena parte de su juventud en su país natal (issei, nacidos en japón y emigrados o nisei, de segunda generación pero criados en japón o pasando temporadas largas allí). Posteriormente se añadió el chino y el coreano a las clases y al final de la guerra el Servicio de Inteligencia Militar (MIS) había formado a un total de 6.000 personas que sirvieron en todos los teatros de operaciones de Pacífico de una manera notabilísima. El programa también incluía la elaboración de contrainteligencia para espiar a la comunidad nisei de los EEUU, a la que se veía como un peligro para la nación (en palabras del congresista John Rankin "Once a jap, always a jap" e incluso el teniente general John De Witt, jefe del comando de la costa oeste, consideraba a la raza japonesa como un enemigo). La US Navy también desarrolló su propio programa sobre el uso del lenguaje japonés y miles de nisei sirvieron como marineros en sus filas, pero el Cuerpo de Marines no admitió ni a uno solo mientras duró la guerra. La división de inteligencia del Ejército no admitiría mujeres nisei hasta una fecha tan tardía como la del otoño de 1944. En los últimos años, los investigadores norteamericanos solo han prestado atención a los nisei que sirvieron como traductores con las fuerzas de ocupación en Japón a partir de la capitulación, por lo que esta faceta tan interesante de la historia tiene a Tomoko Ozawa (Musashino Art University) a su más importante valedor y mucho nos tememos que el uso de traductores de japonés conminando a la rendición de aquellos pobres desgraciados aislados sin agua y sin alimentos, heridos, abocados a un destino fatal por un juramento de lealtad al emperador y las órdenes de sus superiores en inmundos agujeros y cuevas en las islas que iban ocupando los marines a un coste de vidas inaguantable esperan aún el momento de que alguien cuente sus historias. Como hemos dicho, ningún japonés fue admitido en el Cuerpo de Marines, de ahí que es incorrecto definir a los traductores del MIS como marines, a pesar de lo que puede verse en algunos vídeos colgados en Youtube con títulos tan sugerentes como "Nisei marines capture japanese prisoners, Iwo Jima" y otros parecidos. No confundamos esta desconocida historia con la del Regimiento 442º, que si estaba formado por niseis. Ya hablaremos del vasco que estuvo cuando esta unidad entró en combate por primera vez en Italia, pero eso es otra historia que dejamos para otro día...