Respetar la memoria del otro para hallar la reconciliación, una reconciliación que sea sincera, está en la base del Fighting Basques Project y ello no supone reconocer ideología alguna ni tampoco bandería; si los franceses, que fueron invadidos entre 1940 y 1945 con todo lo que ello supone, han sido capaces de respetar la memoria de aquellos alemanes que murieron en su suelo, cuyos cementerios jalonan la geografía gala, nosotros debemos reconocer aquello en lo que hemos afrentado. Fue a finales de 2014 cuando tuvimos conocimiento por primera vez de la ejecución del teniente Arndt y sus oficiales durante el asalto de los batallones Gernika y Libertad a la batería de Les Arros. Era el penúltimo día de la batalla por la Pointe de Grave. Los artilleros del MAA 618, la unidad de artillería de costa de la Kriegsmarine que defendía todo el frente costero a partir del comienzo de la Festung (fortaleza) en Soulac sur Mer, se hicieron fuertes durante cerca de 40 horas, soportando un impresionante bombardeo aeronaval que llegó incluso a hacer volar literalmente alguno de los gruesos fortines de hormigón. Al final del día 19, con el apoyo de un pelotón de carros Somua S-35, los batallones Gernika y Libertad rompieron la línea defensiva alemana y se desperdigaron por el interior del complejo, en el que había más de 20 fortines de todo tipo, incluidas las enormes casamatas M-270. Al llegar los vascos al búnker de mando se ejecutó al teniente Arndt y sus oficiales cuando ya se habían rendido. Las imágenes de los cadáveres fueron tomadas después por el fotógrafo bordelés Puytorac, que seguía a las tropas galas en su avance, pero no podemos hacerlas públicas por una cuestión de derechos de autor, ni tampoco creemos que sea este el modo más adecuado, siquiera por no herir la sensibilidad de ninguno de nuestros amigos. La cuestión de la responsabilidad del Gernika en esto es tal como les hemos contado y no conviene poner paños calientes ni entrar en un debate estéril sobre lo que es una guerra, pero no fueron ni mucho menos las únicas ejecuciones extra judiciales de la batalla, que destaparía un inmenso sentimiento de revancha por parte francesa que no tenía parangón con el tipo de guerra de posiciones (en el durísimo invierno de 1944-45) que se había conocido hasta ese momento en estos frentes olvidados del Muro del Atlántico, donde miles de soldados alemanes, embolsados y aislados, esperaban el final de la guerra. De hecho, en la Pointe de Grave nos consta por libros como "Le front du Medoc. Une brigade FFI au Combat" y otros como los de Lormier, etc., que hasta se respetaba a los prisioneros, aplicándoseles el estatus que les correspondía según la Convención de Ginebra. La conveniencia de forzar aquella absurda batalla tanto en Royan como en Pointe de Grave es, aún hoy, materia controvertida en la historiografía gala, y sirva como ejemplo el bombardeo de Royan, donde se causaron muchísimos muertos entre la población civil. La decisión de De Gaulle no es ni mucho menos compartida por todo el mundo en la actualidad. En cuanto a nosotros, desde la modestia de nuestro proyecto no podemos cambiar el mundo y sólo podemos reconocer las cosas como fueron para mirar al futuro con esperanza. Arndt ya se había librado de un atentado por parte del personal ruso (osttruppen) que servía con los alemanes en la batería, pero ya hablaremos de esta historia otro día. Fotografía de Jesus Valbuena para el Fighting Basques Project.