Nuestro amigo Jon Ander Prieto ha estado de visita en el Bilbao que tantas alegrías le dio durante su niñez y adolescencia. Como hijo del teniente del Gernika Andrés Prieto Arana, se ha convertido para nosotros, no solo en el albacea de la memoria de su padre, sino en nuestra mejor conexión con aquellos hombres, al igual que lo es Mikel Rodríguez Álvarez, que entrevistase a tantos para su libro sobre los vascos en la Segunda Guerra Mundial. Tras la batalla de la Pointe de Grave, a finales de abril de 1945, el mundo cambiaba a toda velocidad y ya se vislumbraba la posguerra, en la que los vascos reclamaban cierto protagonismo por su apoyo a la causa aliada, no solo como unidad combatiente con la modesta pero no por ello menos simbólica presencia del batallón Gernika en aquel olvidado frente del Atlántico, sino ofreciéndose como opción de inteligencia real a la OSS, la agencia que dirigía el irlandés Donovan. Era el comienzo de la Operación Airedale y el Lendakari se había acercado a Europa desde su exilio en los EEUU con escala en Londres, desde donde enviaría este efusivo telegrama de felicitación para todos los gudaris del batallón Gernika. Un mensaje que les hizo llegar el delegado vasco en Baiona, Heliodoro de la Torre, persona muy vinculada al Gernika desde su formación. Fue el día 29 de abril de 1945. Andrés Prieto lo conservó y hoy Jon Ander nos ha regalado esta copia mientras charlábamos animadamente de esto o lo otro por los bares de la calle Ledesma. De vuelta para Iparralde se ha llevado nuestro libro sobre los combatientes vascos en la Segunda Guerra Mundial (honor que nos hace). Una tarde memorable, desde luego.