Este blog trata de lo relacionado con los vascos y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en su vertiente de historia y memoria, haciendo hincapié en los trabajos que desarrollan aquellas organizaciones o personas que velan por este patrimonio inmaterial que subyace en gran medida en el seno de las familias. También se hará eco de las noticias, los trabajos, las publicaciones, las conferencias y la composición de escenografía de Recreación Histórica en un ámbito más amplio, tanto como corresponde a la participación de los vascos en todos los escenarios y campañas de la conflagración más grande de todos los tiempos.

23Sep2016

El batallón Gernika y el cuartel de Le Bouscat (enero de 1945)

Escrito a las 16:31

Guillermo Tabernilla

A finales del otoño de 1944 en Sauveterre de Bearn se produjo la ruptura entre los miembros de la UNE (Unión Nacional Española, de adscripción comunista) y la Brigada Vasca de Kepa Ordoki, decidiéndose su traslado a Burdeos para incorporarse a las FFI (Forces francaises de l´intérieur, que estaban siendo militarizadas por el Ejército Francés). Se cumplía así la vieja pretensión del Gobierno de José Antonio Aguirre de crear una unidad militar vasca que fuese beligerante contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Los vascos se establecieron en un cuartel alemán de la pequeña localidad de Le Bouscat, en las afueras de Burdeos. Se trataba de un complejo cuyo proyecto databa del 10/2/1941 y que fue edificado en un terreno delimitado por los caminos Ausone, Lanet y Lavoir (de los que hoy en día sólo se conserva el primero, convertido en una avenida de doble sentido de circulación) en el que había campo de fútbol, piscina y todo lujo de comodidades en torno a un patio central octogonal flanqueado por dos edificios de dos plantas, uno para las cocinas y otro para la cantina de oficiales y suboficiales, mientras que la tropa se alojaba en 11 barracones de madera de 30 literas. Se destinó en exclusiva para alojamiento del batallón Gernika, mientras que los anarquistas del Libertad o Santos se alojaban en un chateau cercano, lo que parecía responder al deseo de hacer rancho aparte, a pesar de que en el cuartel había sitio suficiente para todos. En el documental de José María Tuduri sobre el batallón Gernika (1996) se puede ver la localización primitiva de aquel cuartel de la mano de tres gudaris de la unidad: Deunoro Totorika, Loren Burgoa y Andrés Prieto Arana.

No era el único chateau de Le Bouscat, que tenia un rico patrimonio en villas y chalettes. Quizás por eso fue elegida por la policía nazi como base de operaciones en la Gironda. Una elección que permitía a la policía alemana estar lo suficientemente lejos de de Burdeos como para mantenerse a salvo de miradas indiscretas en un entorno todavía rural. Un artículo de Hervé Pons en Sud Ouest apuntaba más razones para esta elección, como su situación estratégica, que le permitía acceder rápidamente hacia un Médoc con una fuerte implantación de la Resistencia. Nosotros añadiríamos la cercanía de la base de submarinos, situada a poco más de dos kilómetros, lo que permitiría una extracción rápida y discreta de cualquier enemigo del Reich. Su jefe, Friedrich Dhose, tenia fama de cruel y maquiavélico y estaba al cargo de 290 hombres. Las cifras de esta represión son aterradoras: 2 .000 arrestados, 3.000 deportados, 564 ejecutados. Entre los deportados había 774 resistentes, 1.581 judíos, entre ellos 223 niños. Para ello contaron con la colaboración del comisario de policía de Burdeos Pierre Poinsot. En agosto de 1944 los alemanes abandonaron Burdeos, aunque se mantuvieron en la desembocadura del Gironda hasta prácticamente el final de la Segunda Guerra Mundial, con lo que el temor de un posible regreso estuvo en las mentes de los bordeleses aún durante mucho tiempo.

La estancia en Le Bouscat no estuvo exenta de tensión para los gudaris de Ordoki. El distanciamiento, cuando no deserción, de la UNE -que preparaba la Operación Reconquista de España por el Valle de Arán-, llevó aparejada una serie de represalias que podía alcanzar a muchos de ellos en cualquier momento y ese y no otro (la necesidad de estar juntos y defenderse de una posible represalia de los comunistas españoles) es lo que al principio les mantuvo unidos con los anarquistas de Santos, igualmente disidentes de las directrices del PCE. El idioma, la militancia antifranquista y el compartir un pasado común con los vascos haría más fácil la unión de todos ellos en un batallón mixto vasco-español que se batiría en los últimos combates del Muro del Atlántico, pero para ello aún debían pasar tres largos meses. Deunoro Totorika contó a Mikel Rodríguez que en diciembre de 1944 su máxima preocupación era no salir de Le Bouscat porque temía por su vida.

En Le Bouscat se organizó el batallón Gernika como fuerza de combate. Allí recibieron las visitas de Heliodoro de la Torre y Juan Manuel Epalza el 3 de marzo de 1945. Un proceso de 3 meses en el que se cohesionaron como unidad con un uniforme (procedente de los almacenes de los Chantiers de la Jeunesse) y una simbología propia que se había negociado al más alto nivel con las autoridades francesas, lo que incluía una pequeña ikurriña en el antebrazo a modo de distintivo de nacionalidad. En Le Bouscat estuvieron hasta que marcharon al cuartel de Macau. Fue en este último, la víspera de su marcha al Frente del Médoc, donde recibieron la orden de relevar al 2º Batallón del R.I del Lot. Era el 21 de marzo de 1945.

Del cuartel de Le Bouscat nos ha quedado un puñado de fotografías y las copias de los planos que Jon Ander Prieto donó a la Asociación Sancho de Beurko (las únicas que se han conservado hasta nuestros días) y que adjuntamos en este pequeño artículo. Agradecer a Jon Ander, albacea de la memoria del Gernika como lo fue su padre, su amabilidad y su afecto para con nuestro proyecto.

El batallón Gernika y el cuartel de Le Bouscat (enero de 1945)

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