Y se nos pasó, por poco, la fecha del 81º Aniversario del armisticio del 22 de junio de 1940, cuando el poderoso ejército francés fue derrotado por la afinada maquinaria de guerra alemana. Recordemos que a partir de abril de 1939 muchos de los nuestros habían elegido alistarse en los rangos franceses fruto de la desesperación, hacinados en los campos del sur de Francia, donde la guerra de broma de los primeros meses del conflicto mundial no lo fue para los refugiados. Allí fueron presionados hasta que no pudieron más, y muchos eligieron la Legión Extranjera o los Regimientos de Marcha como modo de escapar de aquel infierno. También los hubo que acabaron como prestatarios de las Compañías de Trabajadores. La Legión, con su impronta mítica, popularizada por el cine y la literatura (y también vilipendiada para los militantes de izquierda), se llenó de refugiados republicanos que acabaron en todas partes. Muchos fueron al norte de África (de los que ya hemos tratado en numerosas ocasiones en el Fighting Basques Project), pero otros se quedaron en la metrópoli. Hoy hablaremos de estos, y lo ilustraremos con una imagen que puede representar a toda una generación, pero solo si a Vds se lo parece, porque necesitamos cierta complicidad para ver como se materializa la memoria en este modesto trabajo de nuestro grupo de RH. Hemos querido representar a través de este joven a uno de tantos desesperados, prestos a defender una tierra extraña con la motivación de quien quiere tomarse la revancha por la guerra librada en España, coincidiendo con voluntarios de otras muchas nacionalidades en los regimientos 11º y 12º de la Legión. Con el armisticio de 1940 vendría la prisión y la pérdida de su estatus de prisioneros de guerra y acabarían hacinados en los campos de exterminio, o en otras muchas partes. Esto es lo que no debemos olvidar nunca cuando lleguen aniversarios como este, el del Armisticio del 22 de junio de 1940, que se nos ha pasado por poco.